Al momento de hablar sobre la separación de una pareja, es importante saber que no solo los adultos son parte de ello, sino también los niños en casa. Para ello es indispensable una buena comunicación sobre la situación.
Pero, ¿Acaso es mejor opción ocultar ese dolor?
De acuerdo con la entrevista, para ÚtileInteresante.pe, que brindó la psicóloga clínica y psicoterapeuta Lic. Ginnette Urbina, mantener aquel hecho en secreto es un error que puede causar un efecto contrario.
Se puede generar un conflicto interno en los niños, ya sea con emociones de culpa o completando esa falta de información con ideas erróneas:
“Los chicos pueden tener sensación de abandono. ‘¿Por qué mi papá o mi mamá ya no está conmigo? ¿Es que no quiere estar conmigo? ¿Alguien lo está alejando de mí?’ Entonces, todas estas dudas le hacen mucho daño a los chicos”, expresó la psicóloga en el video.
¿Cómo puedo hablar con mis hijos sobre mi separación?
La especialista recomienda comunicarse de forma directa con ellos, que la relación ya no está funcionando, que existe un daño emocional y como parte de la solución a ello se tomará distancia. Esta información y la manera en cómo se dice, debe ser apropiada a la edad y nivel de comprensión del niño o niña.
Asimismo, así como se recomienda hablar con la verdad, también se debe evitar dar muchos detalles que lleguen a involucrar de manera negativa ya sea a nuestra pareja, a uno(a) mismo(a) o de manera conjunta.
“Por ejemplo, nos estamos separando por temas de violencia familiar. No es necesario darle la información al niño de que estamos llegando a los golpes, pero sí que no nos estamos comprendiendo y que no podemos solucionar las cosas de manera adecuada”, comenta.
Aquel diálogo, además de ser honesto, también les enseña a los hijos que cuando se tiene dificultades, es mejor que sean afrontadas para buscar soluciones que lastimen menos tanto a las personas que nos rodean como a nosotros mismos.
¿Debo continuar mi relación por el bien de mis hijos?
Ponerle fin a una relación que ya no es saludable también es pensar en el bien emocional de los niños, así como en la de nuestra pareja o ex pareja.
“Es sentirme tranquilo con lo que pienso, hago y las decisiones que tomo. Creo que vamos a poder tomar buenas decisiones y que no nos vamos a hacer daño consciente o inconscientemente”, recomienda Urbina.
Recuerda siempre atender y estar abierto a escuchar las distintas dudas y emociones como cambios de conducta y/o estado de ánimo que se puedan presentar en los hijos.